lunes, 11 de febrero de 2008

Tarjetas Revolving

Son un producto financiero similar a las tarjetas de crédito tradicionales, pero se diferencian de éstas en el modo de efectuar el pago: permiten el cobro aplazado mediante cuotad fijas, como si de un préstamo se tratara y a diferencia de las de crédito, que cobran de una vez las cantidades adeudadas (generalmente a final de mes).

Los créditos de las Tarjetas Revolving varían entre 600 y 6.000€

Según la Adicae, asociación que agrupa a usuarios de banca y seguros, “en el fondo se trata de préstamos carísimos con intereses muy elevados”. Otras asociaciones de usuarios afirman lo mismo y sostienen que el uso de estas tarjetas puede elevar el riesgo de endeudamiento, pues en intereses este producto resulta mucho más caro –hasta cuatro veces más, según la entidad bancaria que la emita- que un préstamo personal. A pesar de tratarse de un producto muy poco conocido, ya circulan en España más de 800.000 tarjetas revolving y las previsiones para los próximos años prevén un significativo aumento de esa cifra.

Flexibilidad de cuotas

El cliente de la tarjeta revolving establece el importe de las cuotas, que algunas entidades permiten modificar en cualquier momento.

Se suelen emitir de forma gratuita

En algunos casos están exentas de cuota anual y de comisión por indisponibilidad y ofrecen también una bonificación del 1% de las compras y el traspaso del saldo disponible de la tarjeta a la cuenta personal. Para conceder una revolving, las entidades exigen un contrato y las últimas nóminas. Algunas cajas y bancos tienen una tabla de puntuación en la que se determina el monto a prestar en función de si el cliente posee casa propia, tiene trabajo estable y dispone de cuenta bancaria. Aún así, suelen ser procesos muy rápidos.

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